«Wake Up» es la gira de System of a Down que quedará en la historia de Sudamérica. Colombia, Perú, Chile, Argentina y Brasil fueron los elegidos para el regreso de la banda luego de 10 años de ausencia por estas tierras.
Formada hace 31 años y sin sacar disco nuevo hace 20, la fiebre por los armenios-estadounidenses parece que crece con el tiempo. Las fechas se agotaron en tiempo récord en cada país de América del Sur y al igual que en nuestro país, más de 60 mil personas (en otros territorios con mayor cantidad de asistentes) observaron en vivo a una banda de rock que evoca nostalgia, rabia, jolgorio, recuerdos y sin lugar a dudas se transformó en el «soundtrack» del despertar con el metal y sus sonidos, además de tópicos como la salud mental, la crítica política y problemas personales en una mezcla de sonoridades que solo System of a Down logra replicar.
Discografía
Desde su apertura al mundo con su disco homónimo en 1998 hacían un llamado en la contraportada refiriéndose a un estado de conciencia personal: «La mano tiene cinco dedos, capaces y poderosos, con la habilidad tanto de destruir como de crear» señalaban.
Con «Toxicity» en el año 2001 fueron conocidos en todo el mundo vendiendo más de 15 millones de discos y sin quererlo, crearon himnos cuando en el mundo se vivía la tensión por los atentados a las Torres Gemelas y muchos (adolescentes aún) intentaban digerir y explicarse con música que ocurría y SOAD lo plasmó.
«Steal This Album!» un año después se transformó en la pieza angular de la piratería. El robo del disco cambió la noción original de la placa y se lanzó con una portada totalmente en blanco y con este título en referencia a un conocido libro de la contracultura llamado «Steal this book». En su temática, el conflicto en Irak, el panorama político mundial y el sarcasmo de su música marcó una evolución para quienes crecieron junto a ellos.
System of a Down en Chile 2025
La dupleta «Mesmerize/Hipnotize» en el 2005 se enfocaron en letras más irónicas aún y con dejos de filosofía como el «dadaísmo». Apelando más a la problemática de la salud mental, canciones más personales y reflexivas, sin soltar los conflictos bélicos, los genocidios y los conflictos políticos, describían la última época de estudio de System of a Down y la última conducción «de la mano» a una generación que creció con estos discos sonando y despertando todo tipo de intenciones una y otra vez.
Show en el Parque Estadio Nacional
Y volvemos al presente. 20 años después, las personas crecen pero no olvidan. 21:00 horas en punto y la catarsis se apoderó de la multitud en Chile. El inicio con «X», «Deer Dance», «Lonely Day», las míticas «Sugar», «Chop Suey», «Toxicity» marcaron momentos de un espectáculo con Daron, Serj, Shavo y John en un gran presente y a excepción de otras oportunidades con química en la ejecución y en sus relaciones entre ellos.
Con Malakian como el maestro de ceremonias absoluto, Tankian liderando esta brutalidad y otras veces, realizando una homilía en segundos con una gran calidad vocal. Odadjian colgado en su bajo mostrando lo fundamental que es en cada canción entregando el bastión rítmico que junto a la batería frenética de Dolmayan ejecutaron 33 canciones en un concierto sin detenciones.
Lágrimas en los ojos, manos al cielo, coros multitudinarios y un espectáculo que se disfrutó de principio a fin, marcó el paso de System of a Down y un hito importante en cada una de las almas que estuvieron en el Parque Estadio Nacional.
El significado del conjunto para sus vidas se demostró en algo que fue más que un concierto de rock y metal. Sin tener una ejecución prolija y así los queremos, SOAD apeló a una historia personal y multitudinaria con un set de canciones muy bien elegidos en los cuales nos trasladó a la banda sonora del despertar de toda una generación.