En un nuevo programa de Palabra Que Es Noticia, Andrea Moletto y Antonio Quinteros conversaron con Fernando Wilson, Doctor en Historia y docente de la Facultad de Artes Liberales de la Universidad Adolfo Ibáñez, sobre la situación en Estados Unidos en medio de protestas en Los Ángeles, el reciente ataque al precandidato presidencial Miguel Uribe en Colombia y la situación de Greta Thunberg y otros 12 activistas que fueron interceptados por la Marina Israelí, al intentar llegar a territorio palestino con ayuda humanitaria para la población en Gaza.
Protestas y polarización en Estados Unidos
En el marco de las protestas ocurridas en Los Ángeles, Wilson explicó que las medidas de Donald Trump estarían desencadenando un problema estructural en las economías locales de cada estado, las cuales dependen de la fuerza de trabajo de migrantes indocumentados. “California y los estados de la costa oeste, sobre todo del sur. Nuevo México, Arizona, el mismo Texas, dependen en buena medida de esta mano de obra no calificada para labores agrícolas, trabajos de servicio, etcétera. Y esto está produciendo una disrupción realmente seria dentro de lo que es el funcionamiento del sistema económico y social de esos estados”, señala.
En esa misma línea, el docente definió el accionar de Trump como “una mecánica de acción contra acción” que está causando un fenómeno de polarización extrema en la sociedad norteamericana entre los detractores y los que están a favor de su actuar. En este sentido, según resaltó Wilson, “acción internacional es muy difícil que pueda funcionar en ese plano. Estados Unidos refuerza fuertemente su autonomía política en términos de cómo manejar este tipo de circunstancias. Y me atrevería a decir que cualquier condena internacional sería simplemente alimentar a Trump, digamos”.
Para el docente, estas protestas callejeras en Los Ángeles le serían funcionales al mandatario. “De alguna manera refuerzan su base electoral tradicional, es decir, el voto clase media baja, reactivo, furioso, se ve confirmado en todas sus pesadillas respecto a la inmigración ilegal, con las acciones (de los latinos) que se están viendo en este momento en las calles de Los Ángeles (…) Trump sabe perfectamente usar ese tipo de herramienta y los latinos le están entregando la munición que él necesita, lo cual es una tragedia evidente, porque están reaccionando con desesperación. Están alimentando al monstruo que se les está viniendo encima”, asegura.
La situación en Colombia
Respecto al reciente ataque al precandidato presidencial Miguel Uribe en Colombia, Wilson señaló que, por la histórica falta de regulación de los gobiernos colombianos, la sociedad del país es extremadamente violenta desde el siglo XIX y tiende a crear relaciones que se basan en la violencia. En el panorama actual, explicó que “la administración bajo el Gobierno del Presidente Petro ha sido particularmente errática y poco eficiente. Se percibe un vacío de poder”.
En ese sentido, el académico señaló que esta pérdida de poder del Estado pareciera que la reemplaza el resurgimiento de mafias locales. Las cuales habían estado esperando un momento para surgir, y que tienen incluso mayor poder que el mismo Gobierno.
Greta Thunberg y los activistas capturados
Sobre la flota de activistas que interceptaron junto a Greta Thunberg por la Marina Israelí al intentar llegar a territorio palestino con ayuda humanitaria para Gaza, Wilson lo describió como “un acto de torpeza, muy mal organizado y peor llevado a cabo”.
“La captura se hace en aguas internacionales. La voluntad expresa del buque era violar la soberanía marítima israelí, entraba en una dinámica en la cual la captura es perfectamente legítima en el plano internacional. No produjo absolutamente ningún efecto, y distrajo de los verdaderos temas. El desastre de Gaza es demasiado importante para que sea plataforma de activismo”, añadió.
El docente fue enfático en señalar que este suceso solo logró distraer la atención del conflicto y de las verdaderas negociaciones en curso asistidas por Europa y Estados Unidos: “El problema de Gaza es real. Ir en un buque con un par de cientos de, no sé, botellas de agua… ¿qué es lo que esperaban conseguir? Queda en duda. No puedo evitar encontrar razón al comunicado israelí: que estas cosas no son para sacarse una selfie en Instagram”.